Estos son algunos tips para disfrutar sin sobresaltos de las vacaciones.
Antes de salir de viaje
Contratar un seguro de viaje. Que incluya coberturas como garantía de cancelación de viaje (más necesaria que nunca este verano porque puede tocarnos participar en una mesa electoral en las elecciones generales del 23 de julio), asistencia sanitaria en el extranjero, repatriación y pérdida o robo de equipajes o documentación.
Alojamiento. Si buscamos un lugar para alojarnos en nuestras vacaciones por Internet hay que tener precauciones, usar páginas web de confianza y que contengan un alto número de comentarios de otros usuarios.
Hacer una lista. Con todo lo que vayamos a necesitar en las vacaciones para que no se olvide nada y no tener que realizar gastos extra por esos objetos en el destino vacacional.
Informar a los amigos o familia. De que nos vamos a ausentar, dónde vamos a estar, y cuando pensamos volver.
Prevenir robos. Las estadísticas demuestran que los robos aumentan en los meses de verano, cuando los amigos de lo ajeno saben que las casas están vacías. Para evitarlo, pedir a un vecino de confianza que vigile la casa y avise de cualquier actividad sospechosa. Es conveniente, además, que retire el correo del buzón para que no revele que nos encontramos fuera del domicilio.
No publicar planes de viaje en las redes sociales. Los ladrones podrán saber que nos encontramos lejos del hogar y que tienen vía libre para actuar.
Cerrar todas las puertas y ventanas. Revisar las puertas y ventanas de casa y asegurarnos de que no dejamos nada abierto.
Cerrar las llaves de suministro. Tanto de gas como de agua para evitar inconvenientes mayores en caso de fugas.
Luces apagadas. Asegurarnos antes de salir de que hemos apagado todas las luces de la casa, ya que dejar alguna encendida por despiste puede suponer un gran impacto económico en la factura de la luz.
Si viajas en coche
Poner a punto el coche. Comprobar el estado de la batería, el funcionamiento de las luces y los niveles de refrigerante y de aceite, líquido de frenos y del limpiaparabrisas. Revisar la presión de los neumáticos (debe ser un poco más alta cuando circulamos con el coche cargado), además de comprobar que la rueda de repuesto se encuentra en buen estado y orientar los retrovisores para evitar puntos ciegos.
Descansar bien antes del trayecto. Dormir al menos siete horas antes de la salida. Dejarlo todo preparado para el día siguiente nos hará estar más relajados y conciliar mejor el sueño.
Preparar la ruta. Aunque utilicemos el GPS es conveniente también saber antes de salir cuál es la mejor ruta para llegar a nuestro destino.
Realizar las paradas necesarias. Hay que tomar un descanso aproximadamente cada dos horas para mejorar los reflejos y la concentración. Si es posible, turnarse para conducir en viajes largos.
Cuidado con el móvil. Evitar tenerlo a mano para no caer en la tentación de mirarlo, mejor dárselo al copiloto o llevarlo apagado o en silencio.
Todo el equipaje en el maletero. No se pueden llevar cosas en el espacio de los pasajeros, pueden salir volando ante cualquier frenada o choque.
Cinturón de seguridad abrochado. Todos los pasajeros deben llevar puesto el cinturón de seguridad, no hacerlo va contra su seguridad y la del resto de pasajeros.
Si se viaja con niños. No olvidar la sillita homologada adaptada a ellos para que vayan asegurados y llevar agua y algo de comer.
Evitar atascos. Intentar elegir para la salida un día poco conflictivo y a una hora en la que no suelan producirse embotellamientos.
Comprobar toda la documentación. Cerciorarnos que llevamos el carné de conducir y papeles del coche, permiso de circulación y asegurarnos de que está todo en regla y al día.
Primeros auxilios. Llevar en el coche un botiquín con lo esencial y no olvidar llevar los chalecos reflectantes y los triángulos/luces V-16.
Si viajas en avión
Ser precavidos. Lo primero es llegar como mínimo 1 o 2 horas antes al aeropuerto, si el vuelo es nacional o internacional, respectivamente. Las colas de los respectivos controles suelen ser bastante largas en verano, tanto que podrían hacernos perder el vuelo. Por eso es importante llegar bien temprano al aeropuerto.
El equipaje bien controlado. No hay que perderlo de vista hasta facturarlo. No dejarlo al cuidado de desconocidos, ni cuidar de maletas ajenas. En el peor de los casos pueden acusarnos de robo, tráfico de drogas u otro material ilegal.
El check-in, mejor online. Hacerlo a través de la página de la aerolínea ahorra tiempo y evita hacer cola frente al mostrador. Además, se pueden escoger los asientos. El check-in se puede realizar hasta 48 horas antes de la salida del vuelo. Si se prefiere el presencial hay que llegar al aeropuerto 2 horas antes del vuelo, dirigirse a la taquilla de la aerolínea, donde confirmarán los datos, se realiza el registro, se entrega el equipaje y se obtiene el pase para abordar.
Envuelve tu equipaje en plástico. Las maletas no son bien tratadas en los aeropuertos, al menos no como deberían. Una forma de protegerlas es envolviéndolas en plástico en una máquina que está disponible en el aeropuerto. Con ello además evitaremos que sean abiertas.
Adelantarse al control de seguridad. Lo ideal es aprovechar la espera en la cola para quitarnos el cinturón, las cadenas, relojes y cualquier otra prenda de metal y no perderlos de vista mientras estén en la bandeja. Con este método ganaremos tiempo y disminuiremos el riego de perder objetos personales.
Elegir ropa cómoda. Y llevar alguna prenda tipo chaqueta o pañuelo para cubrirse. En la cabina la temperatura baja. El frío se siente más en las extremidades y tener los pies helados durante un viaje de avión, es muy desagradable. Llevar medias o calcetines que protejan del frío.
Reclama tus derechos como pasajero. Si resultamos perjudicados por retrasos, cancelaciones, overbooking o pérdidas de equipaje durante un vuelo podemos reclamar. Según establece la CE las cancelaciones y los retrasos de los vuelos pueden dar lugar a indemnizaciones de hasta 600 euros. Los pasajeros afectados pueden hacer valer su reclamación de compensación con carácter retroactivo, hasta tres años después de la fecha de su vuelo.
Una vez en destino
Guardar bien el efectivo y las tarjetas. Nunca se debe llevar todo el dinero encima o en el mismo bolsillo. Mejor dejar lo que no vayamos a necesitar en el apartamento o en la caja fuerte del hotel.
Usar Wifi seguras. No utilizar redes públicas de hoteles, aeropuertos o restaurantes para realizar tareas de banca electrónica.
Llevar una copia del pasaporte. Si viajas fuera de la UE y dejar el original en lugar seguro en el hotel.
Usar protector solar. Aplicarlo 30 minutos antes de exponerse al sol en todas las partes del cuerpo que vayan a estar expuestas y renovar casa dos horas y después del baño.
Evitar los golpes de calor. Hidratarse bien, eludir la exposición solar prolongada, usar gorras o sombreros y gafas de sol, buscar la sombra y lugares frescos y evitar hacer ejercicio intenso en las horas centrales del día, entre las 12 y las 17 horas.
Respetar las señalizaciones de baño. En piscinas, y sobre todo en el mar, es muy importante respetar todas las señalizaciones, así como las recomendaciones e instrucciones del personal salvavidas.
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