Quieres controlar tu economía personal ¡Haz un presupuesto!

No manejar nuestra economía de manera adecuada tiene consecuencias negativas: deudas interminables, equilibrios imposibles a fin de mes, impagados… Lo mejor es conocer muy bien todos los ingresos y gastos que tenemos, tal y como hacen las empresas. ¿Cómo hacerlo? A través de un presupuesto.

El Banco de España recomienda tener un colchón económico, un dinero ahorrado para hacer frente a cualquier situación inesperada sin tener que pedir un préstamo o endeudarse peligrosamente. La recomendación del organismo es que sea suficiente para cubrir entre tres y seis meses los gastos familiares habituales.

Pero ¿cómo conseguimos ahorrar? Lo mejor es hacer un presupuesto. Conociendo cuál es la situación de la economía familiar hoy, podremos hacer previsiones para el mañana: ahorrar y hacer planes para afrontar el futuro con tranquilidad y estabilidad. El presupuesto permitirá saber de dónde sacar dinero para tener un pequeño fondo de emergencia para gastos inesperados como una visita urgente al dentista, una avería del coche o la pérdida del empleo.

Al llevar todas las cuentas al día podremos ver en qué se gasta el dinero, y saber qué desembolsos hay que priorizar, reducir o eliminar. El presupuesto ayuda a llevar un seguimiento de todo lo que se gasta y evita que se derroche el dinero: el solo hecho de ser conscientes de cada gasto ayuda a ahorrar. Un presupuesto es una herramienta eficaz que permite sacarle el máximo partido a nuestro dinero.

El Plan de Educación Financiera del Banco de España y la CNMV “Finanzas para todos” aporta los siguientes consejos a la hora de realizar un presupuesto.

• Equilibrio. La meta del presupuesto es que los ingresos cubran todos los gastos del hogar: si al principio no es así, hay que conseguir reducir los gastos y, si es posible, aumentar los ingresos.
• Incluir el ahorro como una parte más de los gastos fijos. Tanto para tener un colchón como para objetivos concretos: comprarse un coche, viajar, los estudios de los hijos…
• Marcarse un objetivo. Destinar un 10% de los ingresos al ahorro mensual. Cualquier cantidad vale: 50€ al mes de ahorro son 600€ al año, 1800€ en tres años…
• Asumir el compromiso de llevar al día el presupuesto. El control de la economía familiar nos aportará más tranquilidad familiar

Pasos a dar para elaborar un presupuesto:

1. Ingresos. Indicar los ingresos familiares: (fuentes e importes) nóminas, trabajos extras, cobro del paro, pensiones, ayudas o cualquier tipo de entrada de dinero que haya en nuestro hogar.

2. Gastos. Registrar todos los gastos que se realicen mensualmente (o anualmente dividiéndolos en doce meses para conocer el gasto mensual). Debemos diferenciarlos, según el tipo de desembolso. Conviene clasificarlos en:

• Gastos fijos obligatorios. Los que no podemos dejar de pagar ni variar su importe. Son los gastos fijos como la hipoteca, el alquiler de la vivienda, los gastos de la comunidad o los préstamos bancarios.
• Gastos variables necesarios. Los que podemos reducir, pero no eliminar. Lo que nos gastamos en los recibos de electricidad, de gas, la comida o el transporte. Son gastos necesarios para nuestra vida diaria, pero se pueden reducir si hacemos un consumo más moderado y utilizamos algunos trucos: usar bombillas de bajo consumo, bajar la temperatura de la calefacción unos grados, comparar precios en las tiendas….
• Gastos discrecionales: Los que podemos eliminar o reducir. Son esos gastos que, en caso de necesidad, se podrían reducir o eliminar: comidas fuera de casa, suscripciones a televisión, un paquete de tabaco, una caña en el bar…

Trucos para reducir gastos

• Eliminar lo innecesario y reducir lo necesario. Recortar al máximo los gastos superfluos y disminuir lo que se pueda los necesarios. La factura de la luz o el gas se pueden reducir si se tiene cuidado corrigiendo malos hábitos.
• Cuidado con las tarjetas. Utilizar dinero en efectivo para abonos diarios. Las tarjetas de crédito pueden distorsionar nuestra visión de los gastos y ponernos en situaciones difíciles.
• Deudas peligrosas. Quitarnos cuanto antes esas deudas por las que se pagan intereses muy altos, por ejemplo, de las tarjetas de crédito y algunos préstamos al consumo.
• El consejo de oro. ¡No gastar por encima de nuestras posibilidades!

Y finalmente no debemos olvidar a la hora de hacer el presupuesto ser sinceros con nosotros mismos, no ocultar ningún gasto y no elaborarlo en solitario sino implicando a toda la familia. Hay que conocer con detalle todos los desembolsos y sus importes correspondientes; clasificar y ordenar todas las facturas y recibos; no olvidar anotar las fechas de vencimiento de los pagos y revisar periódicamente las cuentas bancarias.