Este mes celebramos dos fechas que pretenden promover la conciencia ecológica en los ciudadanos, contribuyendo al cuidado de la salud de las personas y del medio ambiente: el Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul (7 septiembre) y Día Mundial Sin Coche (22 de septiembre). Efemérides que nos recuerdan que con nuestras acciones diarias podemos ayudar a paliar la contaminación y contribuir a que nuestro aire sea más respirable.
¿Qué consecuencias tiene la contaminación en nuestro organismo?
La contaminación del aire es uno de los mayores desafíos ambientales y sanitarios del siglo XXI. Según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 90% de la población mundial respira aire que supera los límites de calidad recomendados y cada año mueren más de siete millones de personas en todo el mundo debido a la polución, lo que equivale a una de cada nueve muertes en el mundo.
El aire contaminado provoca estragos en la salud, la calidad de vida de las personas y genera graves enfermedades. Respirar aire puro es fundamental para que todas las células de nuestro cuerpo se renueven cada día, si esto no ocurre, las consecuencias, a mediano y largo plazo, son el debilitamiento y muerte progresiva de las mismas. Un aire de calidad contribuye a evitar enfermedades respiratorias y otras patologías, que lamentablemente afectan a miles de personas en todo el mundo.
Compromiso y concienciación
Hoy en día es necesario buscar mecanismos y salidas fiables para prevenir y reducir la contaminación atmosférica, sin embargo, no resulta un trabajo fácil, ya que depende de la voluntad, el compromiso y la concienciación de todos para ver los cambios reales, los cuales no suceden de un día para otro, ya que se necesita tiempo para que el planeta sane las heridas que de manera irresponsable el hombre ha causado durante décadas.
La OMS lleva tiempo instando a los países a tomar medidas para reducir los índices de contaminación atmosférica. Entre ellos, construir sistemas de transporte público seguros y asequibles y redes amigables para peatones y ciclistas; implementar normas más estrictas sobre emisiones y eficiencia de los vehículos, y hacer cumplir la inspección y el mantenimiento obligatorios para vehículos; invertir en viviendas energéticamente eficientes y generación de energía; y mejorar la gestión de residuos industriales y municipales.
También resulta vital, que cada vez más las personas entiendan que para lograr un aire mejor y más sano, es importante que hoy mismo empecemos a actuar. Puedes responder a este test para averiguar cuál es tu grado de compromiso para frenar la contaminación y contribuir a que nuestro aire sea más puro.
¡Únete a la comunidad de personas que ya están definiendo su futuro!