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Qué es el benchmarking y qué ventajas aporta a tu empresa o actividad profesional

Innovación · 29 marzo 2023

El benchmarking empresarial es una evaluación comparativa.  Se trata de analizar a otras compañías como punto de referencia para nuestro propio negocio. Comparar procesos, resultados, aciertos y errores de otras marcas similares, con el objetivo de implementar las mejores prácticas.

Comparar sirve para tener un punto de referencia que permite medir y optimizar los procesos y la calidad de los productos y servicios que ofrecemos. No se trata de espiar a la competencia ni de copiar lo que hacen los demás, sino de adaptar a nuestro propio negocio lo bueno que tienen y que nos pueda servir para mejorar nuestro desempeño. Tomar las prácticas más destacables de otras compañías y adaptarlas a nuestro ámbito de trabajo con el objetivo de mejorar uno o varios aspectos de la empresa.

Las dos principales preguntas qué hay que plantarse en un benchmarking son: ¿qué es lo que deberíamos comparar? Y ¿frente a quién deberíamos compararnos? En las respuestas radica el inicio y éxito de esta acción con la que podremos identificar las debilidades nuestro negocio.

 

Existen diversos tipos de benchmarking
Interno. El benchmarking interno mira hacia dentro de la compañía u organización. Consiste en comparar procesos similares dentro de la misma empresa, por ejemplo, entre unidades de negocio o departamentos, para elegir la forma de funcionamiento con mejor desempeño y adaptarla a las demás para mejorar el rendimiento de todas.

Competitivo. Es el tipo de benchmarking por excelencia. Tal y como su nombre indica, el benchmarking competitivo consiste en llevar a cabo una comparación referencial entre los productos, servicios o procesos de nuestra empresa con los de los competidores directos. Es ideal para determinar y profundizar procesos, estrategias y técnicas para lograr objetivos comerciales.

Funcional. A diferencia del benchmarking competitivo, en el funcional no solo observa cómo lo hace la competencia, sino que amplía el campo de búsqueda a los competidores indirectos y a otras organizaciones que están destacando en el ramo por hacer las cosas bien o de manera excepcional.

Genérico. Este se concentra en el análisis de procesos operacionales con el foco en procesos de negocios que no están relacionados con nuestro sector pero que pueden ser ejecutados de forma idéntica o similar.

 

Con una estrategia de benchmarking se consigue:

  • Identificar los vacíos y las áreas que pueden ser mejoradas dentro de la empresa.
  • Amplificar el conocimiento de la propia empresa, así como de la competencia y del sector productivo.
  • Alinearse con los estándares y las mejores prácticas del mercado.
  • Definir objetivos realistas y factibles.
  • Aumentar el nivel de calidad de los productos y servicios.
  • Incrementar la productividad y optimizar los procesos de producción.
  • Reducir costes.
  • Y finalmente, como resultado de todo lo anterior, mejorar.

 

Evolucionar para crecer
Las empresas como las personas están en constante evolución y la negación al cambio puede crear círculos viciosos y procesos que se quedan desfasados con el paso del tiempo y acaban repercutiendo negativamente en la productividad de una organización. Para mejorar hay que seguir innovando y buscando modelos a seguir que inspiren y motiven a cambiar. El benchmarking permite a un negocio ser más competitivo y adaptarse a las tendencias y comportamientos del mercado con antelación.

Sin duda, el benchmarking es necesario para todas las compañías. Es una práctica que supone esfuerzo y tiempo para llevarla a cabo, pero no requiere grandes gastos económicos por parte de las empresas. Además, ayuda a motivar a los empleados a alcanzar un nuevo nivel de madurez, en cuanto a la productividad de su área y el buen aprovechamiento de su tiempo.

 

Cómo hacer un benchmarking digital
En algunas áreas, como es el mundo digital, quien no se actualiza periódicamente corre el peligro de perder relevancia. El mercado online, por su naturaleza, está en constante transformación y en el ámbito digital el benchmarking debe ser una práctica habitual.

Una vez decidido lo que se quiere mejorar y seleccionadas las empresas a estudiar hay que conseguir obtener el mayor porcentaje de datos sobre ellas para poder analizarlos de manera fiable. Para ello es importante observar el posicionamiento de su marca en la mentalidad de los consumidores, estrategias SEO, etiquetas meta utilizadas en el sitio web, su contenido, actividad, engagement, su presencia en las redes sociales y en buscadores, branding, usabilidad, aspecto visual de los canales, tono en que se comunican, mensajes, etc.

Una vez concluido el benchmarking digital hay que desarrollar un plan de marketing digital (PMD) para adaptar las estrategias de éxito que hemos estudiado en otras empresas a nuestro modelo de negocio. Y decidir qué acciones digitales vamos a implementar a corto, medio y largo plazo, al mismo tiempo que debemos determinar un periodo de tiempo para realizar un seguimiento.

 

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