La pandemia ha supuesto la consolidación de la telemedicina y los servicios digitales de salud. La crisis sanitaria ha dado el impulso necesario para que los usuarios pierdan el miedo a esta nueva forma de relacionarse con los servicios sanitarios que ofrecen mayoritariamente los seguros de salud.
La crisis sanitaria de la COVID-19 ha provocado que haya aumentado considerablemente el uso de la telemedicina debido al confinamiento y la saturación de los centros sanitarios. Con la pandemia ir a la consulta del médico o al hospital ha constituido una acción de riesgo por el miedo al contagio y las largas esperas debido al colapso sanitario. Ante este panorama, la telemedicina se ha revalorizado y convertido en una alternativa complementaria y eficaz de asistencia médica. Según un estudio llevado a cabo por el servicio de salud online mediQuo, las consultas de telemedicina han aumentado un 153% en España desde que se decretara el estado de alarma, siendo, precisamente, las consultas sobre salud general y las dudas sobre el coronavirus las que han copado la mayoría de estos servicios.
La crisis sanitaria ha impulsado la utilización de soluciones tecnológicas en el ámbito de la salud que ya estaban creciendo a un ritmo de dos dígitos antes de esta crisis. Desde videollamadas con el médico de atención primaria o con el especialista mediante cámara web a monitorización de pacientes a distancia, lo que es de gran ayuda para el control de pacientes con enfermedades crónicas. Con la pandemia la telemedicina ha podido mostrar todo su potencial, probando que no es solo útil en situaciones adversas como la actual, sino que es una herramienta complementaria que permite a profesionales sanitarios y pacientes mantener una atención personalizada al tiempo que se gestionan mejor los recursos.
La telemedicina ha abierto la posibilidad de ofrecer otros canales de atención que son igual de válidos que los de la medicina tradicional ya que el 70% de las consultas actuales no requieren presencialidad y se pueden resolver mediante un canal de chat, llamada o videoconsulta como alternativa; canales que, además, permiten priorizar las visitas presenciales, los traslados, los esfuerzos sanitarios y económicos en aquellos pacientes que realmente lo necesitan.
Atención especializada
La dificultad para acudir presencialmente a los especialistas médicos ha sido la principal causa que ha disparado las consultas ciudadanas de salud a través de la tecnología. Especialidades como la pediatría, ginecología, dermatología y psicología han aglutinado la mayor parte de las preguntas que los usuarios han trasladado a esta atención a distancia. Por otro lado, las comunidades autónomas que más han utilizado este servicio, en el caso, han sido Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid. La región que más creció en consultas fue Cantabria con un incremento de un 390% de atenciones, seguida de La Rioja con un 300%, las Islas Baleares con un 208% y Galicia con un 202%.
El canal mayoritario por el que llegan a la población todas estas novedades de telemedicina son los seguros de salud que han ido incorporando estos servicios. Las aseguradoras han puesto a disposición de sus clientes plataformas de salud digital para atender consultas relacionadas con la Covid-19 y otros temas de salud las 24 horas y han reforzado sus canales de atención al cliente, a través de web, redes sociales, aplicaciones para móviles y teléfonos para contactar con su médico sin salir de casa y sin exponerse al contagio.
La contratación de seguros de salud crece
El interés por los seguros de salud se ha disparado con la pandemia como reflejan los datos de contratación de pólizas sanitarias en España, que han experimentado su mayor subida en 10 años. Según el informe de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) Estamos Seguros, el número total de asegurados a cierre de 2020 se situó en 11.056.850, lo que supone 469.750 más que en 2019. El volumen de primas ascendió a 9.388 millones de euros, con un incremento del 5,1% con respecto al año anterior. Es el mayor crecimiento desde que esta asociación tiene registros. El 23,35% de la población ya cuenta con un seguro de salud bien a través de contratos de particulares o de colectivos. La Comunidad de Madrid con el 36,6% y Cataluña con el 31,8%, son las dos comunidades autónomas con más del 30% de sus habitantes asegurados. Las que menos, Cantabria con el 7,7% y Navarra con el 10%.
La crisis de la COVID-19 ha puesto en valor productos aseguradores que antes no eran valorados y que han pasado a ser un eje fundamental como el uso de la telemedicina y las videoconsultas. Servicios como la atención para la salud mental, algo que la mayoría de asegurados no utilizaba, se ha convertido en una gran ayuda con la pandemia para una correcta prevención de enfermedades y para gestionar situaciones como el estricto confinamiento, la ansiedad, el teletrabajo o el estrés postraumático.
La telemedicina, por tanto, se ha convertido en una innovación que jugará un papel importante en la evolución y transformación del sistema de salud en los próximos años. Una pieza clave, no solo desde un punto de vista tecnológico, sino también sociocultural y económico, ya que plantea soluciones a los retos y desafíos de la actualidad como el creciente aumento de la demanda de servicios de salud, la cobertura asistencial en zonas remotas, el envejecimiento de la población o la necesidad de gestionar grandes cantidades de información, entre otros.
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