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La preocupación por la salud se refleja en la contratación de seguros de salud privados que ha experimentado su mayor subida en diez años
La salud se ha puesto en primera línea entre nuestras preocupaciones con la irrupción de la Covid-19, inquietud que se ha traducido en una mayor demanda de seguros sanitarios. En la actualidad el 23,35% de la población ya cuenta con un seguro de salud, bien a través de contratos de particulares o de colectivos. Madrid con el 36,6% y Cataluña, 31,8%, son las dos comunidades con más del 30% de asegurados. Las que menos, Cantabria con el 7,7% y Navarra con el 10%. Los seguros sanitarios superan ya los 11 millones de clientes y los 9.000 millones de facturación, según el último informe de Unespa Estamos Seguros.
La saturación de la atención primaria y el aumento de las listas de espera para el acceso a especialistas ha puesto en valor la importancia de contar con un seguro de salud. Un producto que lleva muchos años de crecimiento sostenido y con la crisis sanitaria se ha incrementado exponencialmente su contratación. En los seis primeros meses de 2021 se han sumado 407.390 nuevas pólizas de seguros médicos, según los datos del Informe `El Seguro de Salud´ elaborado por ICEA y los estudios apuntan además a que el 30% de aquellas personas que no tienen actualmente un seguro sanitario pretenden contratar uno a corto plazo.
Seguros colectivos
Los trabajadores también valoran cada vez más contar con seguros de salud privados entre los planes de retribución flexible de sus empresas. Actualmente, el 25% de las pólizas de salud contratadas en España forman parte de seguros colectivos que las compañías ofrecen a sus empleados. En la gran mayoría de los países desarrollados, el papel del empleador contribuyendo o poniendo a disposición este tipo de protección para sus trabajadores es algo muy generalizado. En España la retribución flexible está más presente en las grandes empresas y sin embargo es más escasa en las pymes, a pesar de que existe la tecnología y el conocimiento suficiente para poderlo implementar.
La pandemia ha puesto también en valor algunas ventajas que ofrecen las pólizas de salud privadas como el uso de la telemedicina y las videoconsultas que se han multiplicado por 15 en los últimos meses. Un servicio que ha sido clave como ayuda para mantener la salud mental y la gestión de situaciones de ansiedad o estrés durante el confinamiento. El proceso de digitalización se ha afianzado en todos los aspectos, tanto en la gestión de citas como emisión de recetas online, consultas de cuadro médico y otros trámites digitales, dónde se dan ratios de aceptación superiores al 85%.
La digitalización está cambiando la forma de relación médico-paciente. El 96% de los españoles considera necesario o muy necesario incorporar las últimas novedades tecnológicas y digitales a los procesos en salud. Para muchos tratamientos sigue siendo necesario acudir al centro médico, pero a la velocidad a la que se está avanzando en los próximos años se reducirán significativamente las visitas presenciales y, por el contrario, dispondremos de un monitoreo constante y un mayor conocimiento y control sobre nuestra salud. El canal mayoritario por el que llegarán a la población todas estas novedades son los seguros de salud, que irán incorporando las distintas tecnologías en desarrollo a medida que se hacen más fiables.
Para los que estén pensando en contratar un seguro de salud, según los últimos datos publicados por ICEA, la prima media asciende a 719 euros anuales (60 euros/mes).
Es importante destacar que esta cifra es la media correspondiente al total de la cartera de asegurados, en la que las primas de los de mayor edad son muy superiores a las de los asegurados jóvenes. Es también importante puntualizar que los anuncios de algunas compañías de seguros low cost por debajo de 20 o incluso 10 euros mensuales, se refieren a seguros de salud básicos sin hospitalización y para asegurados jóvenes.
Existen grandes diferencias entre los seguros de salud en España según las diferentes compañías, y esto se debe a que los productos y coberturas que incluyen también son diferentes. Para un mismo perfil de asegurado, la prima dependerá del nivel de cobertura contratada, es decir, de las prestaciones cubiertas. Es frecuente contratar seguros básicos (con acceso a consultas y pruebas, pero sin hospitalización) desde 15-25 euros por asegurado, mientras que, para un seguro completo de cuadro médico, los precios comienzan alrededor de los 35-40 euros, y los de reembolso pueden contratarse a partir de los 60 euros por asegurado. Otro factor fundamental a considerar es el de los copagos: con ellos la póliza resultará más barata, y sin ellos más cara.
Antes de decidirse y para evitar sorpresas hay que dedicar tiempo a calibrar qué seguros de sanidad privada se adaptan mejor a nuestras necesidades y analizar las condiciones particulares y generales de cada uno de ellos. Hay que pensar que en el caso de los seguros de salud está en juego algo tan sensible como es el bienestar propio y de nuestra la familia.
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