Las personas que sufren el síndrome del impostor piensan que no están realmente capacitadas, que no son merecedoras de sus logros y que en cualquier momento serán descubiertas como una «farsa». Una afección que es más común de lo que parece, ya que según un reciente estudio del Journal of General Internal Medicine, el 82% de los empleados se ha sentido así en algún momento de sus vidas.
Un síndrome que puede afectar a personas de cualquier género, aunque su incidencia es mayor en mujeres. Una encuesta llevada a cabo por la firma de auditoría KPMG revela que una de cada cuatro lo padece. Hasta artistas e importantes personalidades como Shakira, Michelle Obama o Meryl Streep, confiesan haberlo experimentado a lo largo de su carrera. Cecilia Mansilla, experta en liderazgo y desarrollo personal e instructora de Udemy -plataforma de aprendizaje y formación online- explica que, “esto se debe fundamentalmente a que, aún en la actualidad, las mujeres en el mundo laboral tienen, en general, que hacer frente a una mayor presión laboral que menoscaba su seguridad”.
Es importante destacar que el síndrome del impostor no refleja la realidad y no es un indicativo de la incompetencia de una persona. Se trata de una percepción distorsionada de uno mismo que puede generar, además, estrés, ansiedad y disminuir la confianza en uno mismo.
Completa este test para saber si sufres el síndrome del impostor:
Si el test te ha dado como resultado que sufres el síndrome del impostor, aquí te dejamos algunos consejos para dejar de experimentarlo y ganar confianza en ti mismo/a en el entorno laboral:
Desafía tus pensamientos negativos. Identifica los pensamientos negativos y autocríticos asociados con el síndrome del impostor y desafíalos. Cuestiona la veracidad de esos pensamientos y busca pruebas objetivas de tu competencia y logros.
Aprende a aceptar elogios. Acepta los elogios y reconocimientos de los demás de manera genuina. En lugar de minimizar tus logros, agradece y valora los comentarios positivos que recibes.
No te compares con los demás. Evita compararte constantemente con los demás, ya que esto puede intensificar los sentimientos de inferioridad. Enfócate en tu propio crecimiento, desarrollo y metas personales, en lugar de buscar validación externa.
Celebra tus éxitos pasados y presentes. Haz una lista de tus logros y revísala regularmente para recordarte a ti mismo/a tus capacidades y éxitos anteriores.
Busca apoyo y comparte tus experiencias. Habla con personas de confianza sobre tus sentimientos y experiencias relacionadas con el síndrome del impostor. A menudo, descubrirás que no estás solo/a y que otros también han experimentado lo mismo. El apoyo de los demás puede ser muy útil para desafiar tus pensamientos negativos y fortalecer tu confianza.
Aprende a manejar el perfeccionismo. Reconoce que nadie es perfecto y que los errores y fracasos son oportunidades de aprendizaje. Aprende a establecer metas realistas y a aceptar que el crecimiento y el progreso implican cometer errores en el camino.
Refuerza tu autoestima. Trabaja en el desarrollo de una autoestima saludable y en el reconocimiento de tu propio valor. Fomenta pensamientos positivos sobre ti mismo/a y practica el autocuidado para fortalecer tu confianza y bienestar emocional.
Superar el síndrome del impostor lleva tiempo y esfuerzo. Si encuentras que tus sentimientos de fraude persisten y afectan negativamente a tu vida laboral y emocional, considera buscar la ayuda profesional de un psicólogo, quien puede brindarte el apoyo y las herramientas necesarias y específicas para manejar el síndrome del impostor (a).
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