Las mujeres emprendedoras, al igual que los hombres, acarrean un gran peso sobre sus hombros: hacer que su negocio funcione. Pero en el caso de ellas el peso se ve agravado por otros factores personales como la dificultad para conciliar o la falta de confianza en ellas mismas para sacar su proyecto adelante, aspectos que las desaniman a dar el paso hacia el camino del emprendimiento.
Aunque la principal dificultad con la que se encuentran las mujeres a la hora de emprender es externa: se trata del acceso al crédito, algo común tanto en los países desarrollados como emergentes y en todas las etapas de la actividad empresarial, desde la puesta en marcha hasta la consolidación del negocio. El acceso a la financiación es un 60% menor en el caso de las mujeres debido a trasnochados estereotipos de género que insisten en la idea de que los préstamos a mujeres son más arriesgados, a pesar de que los datos indican que no es así. Según un reciente estudio de la consultora McKinsey las empresas dirigidas por mujeres tienen un 25% más de posibilidades de conseguir una rentabilidad superior a la media.
El número de mujeres emprendedoras superó en 2021 en España al de hombres por primera vez. El perfil de la emprendedora es el de una mujer, de entre 35 y 54 años, con un nivel educativo medio o superior
A pesar de las dificultades añadidas que las mujeres encuentran a la hora de emprender, cada vez son más las que se deciden a hacerlo. El número de mujeres emprendedoras superó el pasado año al de hombres por primera vez, según el informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor) 2021-2022 que elabora el Observatorio del Emprendimiento de España. El porcentaje de mujeres involucradas en iniciativas emprendedoras de menos de tres años y medio de vida se situó en un 5,6% frente a un 5,4%, del masculino, y aumentó en todas las fases del proceso de emprendimiento, aunque sigue siendo muy inferior en los proyectos de mayor nivel tecnológico. El perfil de la emprendedora en España se corresponde con el de una mujer, de entre 35 y 54 años, con un nivel educativo medio o superior, y formación específica para iniciar el negocio y gestionar su empresa, según asegura el GEM.
Para todas aquellas mujeres que quieran iniciarse en el camino del emprendimiento, desde Avanza Previsión ofrecemos algunos consejos de utilidad:
Toma tus propias decisiones. Las mujeres suelen dejarse influenciar más que los hombres por la opinión de los demás, sin embargo, el éxito de cualquier actividad emprendedora depende de uno mismo. Hay que dejarse aconsejar, pero sin dejar de lado el propio criterio.
Examina tu actitud emprendedora. Antes de lanzarse a crear una empresa es conveniente realizar un autodiagnóstico de actitudes emprendedoras. La Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa (PYME), pone a disposición de los emprendedores esta herramienta digital para que puedan evaluar su nivel de preparación antes de iniciar su andadura empresarial.
Crea un buen business plan. Contar con un plan de empresa o business plan es el punto de partida de cualquier emprendimiento. Un documento que sirve para poner en claro todas las variables que puedan afectar al negocio, aportándote la información necesaria para determinar su viabilidad. Una vez que inicie su actividad, el plan de negocio servirá como herramienta interna para evaluar la marcha de la compañía y las desviaciones sobre el escenario previsto. La Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa (DGIPYME) ofrece una herramienta gratuita para realizar un plan de empresa.
Piensa en el producto o servicio que quieres comercializar. Si responde a una necesidad del mercado, qué problemas soluciona y que novedad aporta respecto a la oferta ya existente y las características que lo hacen diferente a otros similares de la competencia.
Realiza un análisis DAFO. Acrónimo que hace referencia a los cuatro parámetros básicos en toda estrategia empresarial: debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades.
- Debilidades: desventajas frente a la competencia.
- Amenazas: problemas que se va a encontrar al entrar en ese mercado.
- Fortalezas: qué le diferencia de los demás.
- Oportunidades: nicho de mercado que todavía no está explotado.
Analiza posibles riesgos. Evalúa los riesgos con los que se puede encontrar la empresa y las herramientas que se utilizarán para hacerles frente y posibles planes alternativos.
Realiza un plan de implementación. Para poner en claro cómo se pondrá en marcha el negocio, sus tiempos y sus fases para lograr el objetivo final.
Busca financiación. El plan de empresa se puede utilizar como carta de presentación del proyecto a la hora de solicitar cualquier tipo de colaboración o apoyo económico a entidades financieras, inversores institucionales o privados, sociedades de capital riesgo, organismos públicos y otros agentes implicados.
Infórmate bien de las ayudas existentes. Para conseguirlas se puede recurrir a las entidades públicas, como las ayudas que ofrece la Empresa Nacional de Innovación (ENISA) o las convocadas por las comunidades autónomas o el Estado. Las Cámara de Comercio de España junto con el Instituto de la Mujer, ofrece también la posibilidad de acceso microcréditos con condiciones ventajosas a las mujeres que están pensando en crear su propia empresa o en consolidar una ya creada.
No tengas miedo al fracaso. Permitir que el miedo se apodere de ti solo te alejará de conseguir aquello que deseas. A veces las cosas pueden salir mal, pero eso no debe impedir que persigamos nuestros objetivos. En los fracasos a veces encontramos grandes aprendizajes que nos servirán para avanzar y mejorar. De lo bueno o de lo mano, de todo se aprende.
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