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A pesar de la importancia de la educación financiera, ésta sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país. Según una encuesta del Banco de España, el 46% de los españoles considera que sus conocimientos financieros son bajos o muy bajos. Una media nacional que deja al descubierto que casi la mitad de la población no cuenta con las habilidades necesarias para gestionar de una manera correcta y eficaz sus finanzas.
Para controlar la economía doméstica lo primero que hay que hacer es realizar un presupuesto. Nos permitirá conocer cuál es la situación real de nuestras finanzas, cuáles son los ingresos de los que disponemos y los gastos a los que tenemos que hacer frente, para poder así priorizar los indispensables y reducir o eliminar aquellos que sean innecesarios. Tener un control sobre el dinero que entra y sale de casa nos aportará tranquilidad y nos permitirá hacer previsiones a largo plazo, ahorrar y afrontar el futuro con estabilidad. Y debemos adquirir el compromiso de llevar el presupuesto al día para poder conocer cuáles son los meses en los que realizamos un mayor gasto e identificar en qué partidas se nos va el dinero.
El ahorro, pilar del bienestar económico
Una vez realizado el presupuesto hay que incluir el ahorro como una parte más de los gastos fijos. El ahorro constituye uno de los fundamentos del bienestar económico y nos permitirá gozar de una buena salud financiera. Cuanto antes empecemos a ahorrar mejor, tanto para tener un colchón económico que nos proteja de gastos imprevistos (un periodo de parón laboral, un electrodoméstico que se estropea, etc.), o para cumplir objetivos concretos como comprarnos un coche, viajar o pagar los estudios de los hijos.
Para ahorrar hay que marcarse un objetivo. Una buena estrategia es seguir la técnica denominada 50/30/20. Es decir, destinar el 50% de los ingresos mensuales a los gastos fijos con el objetivo de cubrir las necesidades básicas, como la vivienda o la alimentación; el 30% restante, al ocio; y el 20%, al ahorro. De esta manera al terminar el año, habrá aumentado el colchón financiero del que disponemos. Este porcentaje es solamente indicativo, dependerá de los ingresos de cada familia y de sus circunstancias particulares. Siempre es mejor ahorrar poco a no ahorrar nada, cualquier cantidad vale: 50€ al mes de ahorro son 600€ al año, 1800€ en tres años…
Hay que tener en cuenta, también, que la capacidad de ahorro varía a lo largo de los años y las necesidades financieras cambian. Hay momentos en la vida, como la compra de una casa, una boda, o la educación de los hijos, que pueden requerir mayores desembolsos y condicionar nuestro ahorro. Por tanto, la planificación financiera no debe ser rígida, debe adaptarse a las distintas etapas. Y hay que pensar que tampoco los ingresos serán los mismos cuando nos jubilemos y tener en cuenta también ese horizonte. El ahorro previsional –mes a mes– es la mejor receta para que las familias puedan disfrutar una jubilación tranquila y digna en el futuro.
Y, por último, hay que invertir los ahorros para no perder dinero y poder sacarles el mayor rendimiento posible. En Avanza Previsión contamos con seguros de ahorro personal que facilitan alcanzar la salud financiera y nos ocupamos de todo para que puedas ahorrar con la mejor rentabilidad.
Este test te dará una idea general de tu nivel de educación financiera basado en tus respuestas.
Estos niveles de educación financiera reflejan tu comprensión y manejo actual de tus finanzas personales. Si te encuentras en un nivel inferior, considera buscar recursos y educación financiera adicional para mejorar tus conocimientos y habilidades financieras y tomar el control de tus finanzas.
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