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Con las finanzas domésticas mermadas tras el desembolso realizado en vacaciones nos encontramos en septiembre con que hay que asumir otros gastos extraordinarios como los relativos a la vuelta al cole o el abono del recibo de la tarjeta de crédito de la que hemos tirado alegremente durante el verano. Pero no hay que alarmarse, existen una serie de medidas de ahorro con las que sortear mejor este mes económicamente complicado.
La vuelva al cole. Este curso costará de media un 5% más que el año pasado con un gasto medio de 2.186 euros por niño según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU. Buena parte de ese crecimiento se debe al aumento del 12% en el coste de los libros. Comprar libros de segunda mano o aprovechar los de los hermanos mayores supondrá un gran ahorro. No siempre hace falta algo nuevo, la sociedad del consumo en la que vivimos hace que muchas veces ni nos planeamos comprar artículos de segunda mano o reaprovechar el material de años anteriores que todavía está en buen estado como mochilas, estuches, lápices, etc. También es aconsejable revisar si tenemos derecho a alguna de las ayudas existentes a las que podamos acceder (libros, comedor, etc.). Y guardar todos los tickets y justificantes de compras. Algunas comunidades autónomas cuentan con deducciones fiscales por la compra de libros d texto, material escolar o cursos de idiomas.
Transporte. Siempre que la distancia lo permita lo mejor es ir al trabajo a pie o en bicicleta porque, además de ahorrar, es una costumbre muy sana. Si no es posible, podemos contemplar la posibilidad de utilizar el transporte público, con lo que además ahorraremos en gastos de estacionamiento. Los trenes de media distancia y cercanías son gratis hasta el 31 de diciembre para las personas que los utilicen habitualmente solicitando el abono en taquillas y máquinas autoventa de las estaciones, una medida que se ha implantado desde el Gobierno para aliviar la presión de las familias ante la inflación. Solo en cercanías, el ahorro en este periodo puede ser de hasta 370 euros por persona en Madrid y 330 en Barcelona. Además del transporte público también podemos reducir gastos utilizando plataformas de carsharing o vehículo compartido, con cuatro personas a bordo el ahorro es de un 75%. Si no tenemos más remedio que utilizar el coche privado, para un menor gasto en combustible existen apps que localizan dónde repostar más barato según nuestra ubicación.
La cesta de la compra. Según cálculos de la OCU la cesta de la compra va a ser en 2022, 830 euros más cara que en 2021. Eso supone un encarecimiento medio de los productos del 15,2 %. En este contexto, al comprar en el supermercado podemos ahorrar llevando siempre una lista con los productos que necesitamos y procurar no saltárnosla añadiendo caprichos, aprovechar las marcas blancas más económicas y hacer una gran compra para poder sacarle el máximo partido a las ofertas de grandes descuentos en la segunda unidad.
Pagar en efectivo. Psicológicamente el uso de métodos alternativos al dinero con tarjetas, pago por móvil u online, diluye la responsabilidad y el esfuerzo que va asociado al dinero, haciendo que no seamos plenamente conscientes del verdadero valor de las cosas. Pagar con dinero en efectivo nos crea un sentimiento de pérdida de propiedad que no tenemos en el caso del pago electrónico y tenemos más control de los gastos que realizamos.
Pago a plazos sin intereses. Tanto en establecimientos que así lo permitan como a través de tarjetas de crédito. Es una forma de pago que puede dar un respiro al bolsillo de muchos consumidores. Existen entidades financieras que permiten a sus clientes dividir el importe de sus compras en varias cuotas sin sumar intereses, pero hay que asegurarse de que no se trata de tarjetas revolving, de lo contrario acabaremos asumiendo un interés bastante elevado —de entre el 19 y 21% TAE — y si la cantidad que pedimos prestada es alta y el plazo para devolver el dinero es largo terminaremos pagando una importante suma de intereses.
Revisar la factura energética. Si el recibo de la luz o del gas nos parece demasiado elevado, la primera medida que debemos plantearnos es revisar detalladamente la tarifa que marca precios y consumos y compararla con otras posibles opciones. Aunque la factura no siempre es fácil de entender, conocer bien los conceptos por los que nos cobran y barajar alternativas puede suponer un cambio que nos traiga el deseado ahorro. Y revisar si la potencia que tenemos contratada se corresponde con nuestras necesidades reales, si es necesaria, porque si la reducimos veremos cómo también baja el siguiente recibo.
Eliminar los gastos hormiga. Solemos llevar la contabilidad relativa a los grandes gastos: hipoteca, la letra del coche, recibos del gas y de la luz, los seguros que tenemos contratados… pero no reparamos en aquellos pequeños gastos diarios que se tragan silenciosamente nuestro dinero, la mayoría de ellos prescindibles: un desayuno, el paquete de tabaco, la caña en el bar… Pasan desapercibidos, pero si los sumamos podemos llegar a gastar más de 150 euros al mes en cosas que no necesitamos. De hecho, esos 150 euros son el importe medio por persona de los gastos hormiga que realizamos de forma casi inconsciente o por pura inercia.
Continuar con nuestro plan de ahorro. Aunque septiembre es un mes lleno de gastos extra si ya contamos con un plan de ahorro en marcha, debemos esforzarnos en seguir con él y no dejarlo. Si todavía no ahorramos, podemos plantearnos empezar a hacerlo y también elaborar un presupuesto para organizar y controlar nuestras finanzas. De hecho, este uno de los consejos de la Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros, EFPA España, para afrontar la cuesta de enero y de septiembre. En Avanza Previsión contamos con distintos seguros de ahorro personal que no solo te ofrecen una flexibilidad total, sino que también te permitirán ahorrar con la mejor rentabilidad garantizada.
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