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Cómo desconectar digitalmente (o casi)

Bien-ESTAR · 12 noviembre 2024

Vivimos en un mundo hiperconectado, donde las nuevas tecnologías no solo prometen agilidad y simplificar nuestro día a día, sino que también modifican la manera en que trabajamos, nos comunicamos y nos relacionamos. Sin embargo, este avance tiene un precio: un aumento preocupante en los niveles de estrés y ansiedad, debido a la dificultad de desconectar de la vida digital, la sobreexposición a estímulos constantes y nuestra creciente dependencia de los dispositivos electrónicos. En este contexto, encontrar el equilibrio digital se ha convertido en un desafío imprescindible para preservar nuestro bienestar.

 

¿Qué es el tecnoestrés?
El tecnoestrés es la tensión emocional que surge al interactuar constantemente con dispositivos tecnológicos. Puede manifestarse en síntomas como irritabilidad, dificultad para concentrarse, fatiga mental o incluso problemas de sueño. Reconocer estos signos es el primer paso para tomar medidas.

La integración de las nuevas tecnologías en las metodologías de trabajo ha tenido un impacto significativo en el aumento de trastornos como el estrés y la ansiedad, derivados de la necesidad de estar siempre concectados y disponibles. La instauración del teletrabajo también ha difuminado los límites entre la vida laboral y personal.

Tampoco hay que olvidar que la tecnología también puede ser fuente de estrés cuando su uso implica un aprendizaje o cuando se carece de las habilidades necesarias para manejarla. Muchas personas, especialmente las más mayores, se enfrentan a dispositivos, aplicaciones o plataformas digitales diseñados con una complejidad que no siempre resulta intuitiva. Además, la constante actualización de sistemas y herramientas añade una presión adicional, al obligar a los usuarios a adaptarse rápidamente a cambios que no siempre comprenden o consideran necesarios.

 

Tómate un respiro
Poder desconectar tecnológicamente y establecer límites claros fomenta el bienestar psicológico. En el ámbito laboral, las empresas juegan un papel fundamental a la hora de diseñar y adoptar medidas de desconexión. Para ello, deben establecer políticas claras que respeten los horarios de trabajo establecidos y eviten la expectativa de la disponibilidad constante. También es clave ofrecer capacitación en gestión del tiempo, habilidades de autogestión emocional y desarrollo de hábitos digitales, o promover actividades de team building que no involucren el uso de dispositivos electrónicos.

El derecho a la desconexión digital en España fue reconocido con la entrada en vigor de la Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos Personales que garantiza los derechos digitales (LOPDGDD). Es de cumplimiento obligatorio para las empresas que, además, deben implementar una política interna para asegurar este derecho, especialmente en contextos como el teletrabajo.

A pesar de la ley, en una sociedad marcada por el impacto de las nuevas tecnologías e hiperconectada , tomar distancia de los dispositivos electrónicos se plantea cada vez más complicado. Por ello, es esencial aprender a establecer límites claros con pautas y hábitos de trabajo digitales adecuados. La desconexión digital es un derecho que ayuda a mejorar la salud mental y el bienestar personal.

El equilibrio en el uso de los dispositivos digitales y desconectar de vez en cuando del mundo digital no solo es un respiro para la mente, también nos ayuda a disfrutar de los nuestros y vivir con menos estrés. Dejar el móvil a un lado tiene sus beneficios y vale la pena intentarlo porque:

Mejora la concentración: al evitar distracciones digitales, los empleados pueden enfocarse mejor en sus tareas, lo que aumenta la eficiencia y la calidad del trabajo, permitiendo alcanzar objetivos con mayor rapidez y precisión.

Fomenta el equilibrio emocional: la desconexión digital permite establecer límites claros entre la vida laboral y personal, reduciendo el estrés, la ansiedad y el agotamiento. Esto, a su vez, favorece el bienestar psicológico y la satisfacción en el trabajo.

Promueve la comunicación interpersonal: al limitar el uso excesivo de dispositivos electrónicos se estimula la interacción cara a cara entre compañeros de trabajo, fortaleciendo las relaciones laborales, fomentando la empatía y el apoyo mutuo.

Estimula la creatividad: la desconexión digital permite a los empleados liberar su mente de la sobrecarga informativa, lo que puede dar lugar a nuevas ideas y soluciones innovadoras, impulsando el crecimiento y el desarrollo de la empresa.

Potencia la salud física: la reducción en la exposición a dispositivos electrónicos previene problemas de salud asociados a su uso prolongado como problemas visuales, posturales y sedentarismo. Esto conduce a una plantilla más saludable y productiva.

Refuerza el compromiso y la satisfacción laboral: los empleados que disfrutan de un mejor bienestar emocional y físico tienen mayor motivación y lealtad hacia la empresa. La desconexión digital fomenta un ambiente de trabajo saludable y colaborativo, aumentando la retención de talento y el éxito empresarial a largo plazo.

Tips para recuperar el control sobre tu vida tecnológica

Establece zonas libres de tecnología. Designa áreas en tu hogar (como el dormitorio o la mesa de comedor) donde los dispositivos estén prohibidos. Esto fomenta la desconexión y mejora tus relaciones personales.

Define horarios para usar pantallas. Intenta limitar el tiempo de exposición a dispositivos. Por ejemplo, evita revisar el móvil en las primeras y últimas horas del día.

Aplica la regla 20-20-20. Por cada 20 minutos frente a una pantalla, mira algo a 20 metros de distancia durante 20 segundos. Esto reduce la fatiga ocular.

Desactiva notificaciones no esenciales. Decide qué aplicaciones realmente necesitan captar tu atención inmediata y silencia las demás.

Practica actividades sin pantallas. Leer un libro, salir a caminar o meditar son alternativas para desconectar y recargar tu energía.

 

Test del Tecnoestrés

Responde este breve cuestionario y evalúa tu nivel de dependencia digital

1. ¿Cuántas veces revisas tu móvil en una hora promedio?
a) Menos de 5 veces
b) Entre 5 y 10 veces
c) Más de 10 veces

2. ¿Sientes ansiedad cuando no tienes acceso a internet o al móvil?
a) No, me siento tranquilo/a
b) Un poco, pero no afecta a mi rutina
c) Sí, siento estrés constante

3. ¿Interrumpes actividades sociales para mirar el móvil?
a) Nunca
b) A veces
c) Con frecuencia

4. ¿Sufres dolores físicos (cuello, espalda, vista) tras un uso prolongado de dispositivos?
a) Raramente
b) Ocasionalmente
c) Frecuentemente

5. ¿Utilizas dispositivos antes de dormir?
a) No, desconecto al menos una hora antes
b) A veces, pero no afecta a mi sueño
c) Sí, casi siempre

6. ¿Te resulta difícil concentrarte en tareas sin revisar tu dispositivo digital?
a) No, mantengo la atención sin problema
b) A veces, pero consigo volver a enfocarme
c) Sí, me distraigo constantemente

7. ¿Sientes que la tecnología interfiere en tu tiempo con amigos o familiares?
a) No, respeto esos momentos sin distracciones
b) A veces, pero intento equilibrarlo
c) Sí, interrumpo a menudo para usar dispositivos

8. ¿Cuánto tiempo pasas conectado/a a dispositivos fuera de tu horario laboral?
a) Menos de 2 horas al día
b) Entre 2 y 4 horas al día
c) Más de 4 horas al día

 

Resultados:

Mayoría de A: Tu relación con la tecnología es equilibrada. Sabes cómo mantener un uso responsable y saludable de los dispositivos. Sigue estableciendo límites claros para garantizar que tu bienestar no se vea afectado por la hiperconexión. Mantén estas prácticas positivas y sigue escuchando las señales de tu cuerpo y mente.

Mayoría de B: Podrías estar desarrollando tecnoestrés leve. Aunque manejas la tecnología de forma moderada, hay momentos en los que su uso puede generarte incomodidad o fatiga mental. Considera aplicar medidas de desconexión, como establecer horarios sin pantallas, practicar mindfulness o delegar tareas tecnológicas siempre que sea posible. Prevenir ahora puede evitar problemas mayores en el futuro.

Mayoría de C: Atención, podrías estar en un nivel elevado de tecnoestrés. El uso excesivo de la tecnología está impactando de manera significativa en tu bienestar, provocando estrés, agotamiento mental o incluso dificultades para relajarte. Es momento de priorizar tu salud mental: busca espacios libres de tecnología, establece pausas regulares y, si es necesario, consulta con un profesional para aprender estrategias que te ayuden a recuperar el equilibrio. Tu bienestar es lo más importante.

 

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