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Cómo conseguir ser felices… Aun en el día más triste del año

Bien-ESTAR · 13 enero 2023

 

El tercer lunes de enero ha sido catalogado como el día más triste del año. Pero ¿por qué esa fecha ostenta tan penosa reputación? El profesor de la universidad de Cardiff y experto en motivación Cliff Arnall, empleó por primera vez el término Blue Monday y determinó que este día era el más triste del año tras utilizar una fórmula en la que incluía un conjunto de variables que influyen en el carácter y en el estado anímico de las personas.

Según Cardiff en el tercer lunes de enero se dan las peores condiciones de todo el año para poder ser felices. Es la fecha en la que nos sentimos más deprimidos y acumulamos más incertidumbre. ¿Por qué? Al lunes, el día de la semana que más nos cuesta afrontar, se une la vuelta a la rutina tras el periodo navideño, una situación económica poco boyante con la cuesta de enero aún por culminar, y la constatación de que los propósitos de año nuevo se han quedado tan solo en eso: en propósitos. Por otro lado, el clima frío, la falta de luz y los excesos cometidos respecto a comidas y bebidas en Navidad hacen que nuestro cuerpo tampoco se encuentre físicamente en las mejores condiciones y cunda el desánimo.

En cuanto al nombre, Blue Monday, proviene de la cultura anglosajona en la que el azul, ‘blue’, se asocia a la tristeza y a episodios de depresión. Por el contrario, el amarillo del Yelow Day, el día más feliz del año, se asocia a lo vibrante, a la alegría y el optimismo. El Yelow Day, en contraposición al Blue Monday, se celebra con la llegada de del verano el 20 de junio.

 

Si te dan limones, haz limonada

El lunes más triste del año acecha en el calendario, pero en realidad no tiene por qué afectarnos, hay que recordar que lo importante no es el día sino la actitud. A fin de cuentas, lo que de verdad importa no es el entorno, las condiciones o lo que nos sucede sino el significado que le concedemos y la actitud con la que lo asumimos. Para sobrellevarlo de la mejor manera, el equipo Clínico de TherapyChat, liderado por Isabel Aranda, psicóloga sanitaria y Chief Content Officer de la compañía, nos aporta las 10 claves que pueden ayudarnos a afrontar el Blue Monday, o cualquier otro día del año, con más energía, motivación y un mejor estado de ánimo.

Mira la vida a través de un prisma más positivo. Si crees que te aguarda un día triste, entonces así será. Es lo que se conoce como profecía autocumplida. Despertarte pensando que tu día será cuesta arriba sin haber salido de la cama provoca que tu cerebro se enfoque en los aspectos negativos y, a partir de ahí, no hará más que empeorar a medida que avance la jornada, como comprobaron neurocientíficos de la University College de Londres. Esto se debe a que cuando eres demasiado pesimista terminas reforzando esas conexiones neuronales, de manera que tu cerebro se enfoca cada vez más en las cosas negativas, dejando de ver las positivas. Para romper con este círculo vicioso que puede echar por tierra tu día, lo ideal es que empieces a visualizar los eventos de la vida a través de un prisma más positivo. Focaliza tu atención en ese baño matutino, en el delicioso desayuno junto a tu familia o en el entorno que te rodea mientras te diriges al trabajo. Asimismo, reflexiona sobre las cosas positivas que puede aportar ese reclamo de tu jefe o esa discusión con tu pareja, es probable que no te alegren el día, pero al menos te brindarán una oportunidad para aprender y crecer como persona.

Rodéate de personas que te motiven. La alegría y la felicidad son contagiosas. Gran parte de la responsabilidad la tienen las neuronas espejo, que no son más que un tipo de célula nerviosa en nuestro cerebro que se encarga de sintonizar con las acciones de los demás que, inconscientemente, llaman nuestra atención. Son la base de la empatía, nos ayudan a ponernos en el lugar del otro y a imitar sus comportamientos. De ahí que rodearte de personas alegres y que te motiven pueda ser otra buena manera combatir la tristeza el Blue Monday o cualquier otro día difícil del año. Disfrutar de un paseo con tus amigos, organizar una cena familiar en casa o salir a tomar algo con tus compañeros de trabajo más cercanos pueden ser estrategias excelentes para hacerte sentir menos solo y mejorar tu estado de ánimo en un mal día.

Practica la gratitud. Ser agradecido no solo te convertirá en una mejor persona, sino que te ayudará a sentirte más satisfecho con tu vida y a ser más feliz. Así lo corroboró un estudio realizado en la Universidad de California en el que se encontró que las personas que practican la gratitud se sienten un 25% más felices y satisfechas con su vida. Esto se debe a que la gratitud te impulsa a poner el foco de tu atención en las cosas positivas que suceden en tu vida, lo cual refuerza los mecanismos cerebrales del optimismo y hace que te sientas más satisfecho. Además, es una excelente manera de desarrollar tu resiliencia. Reconocer las cosas por las que puedes sentirte agradecido, incluso en los peores momentos, es una habilidad que te permitirá lidiar mejor con los problemas de tu día a día y adoptar una actitud más resiliente. Para aprovechar estas ventajas lo único que debes hacer es tomarte un momento para reflexionar sobre todo lo positivo que existe en tu vida en este momento, es decir, todas aquellas cosas por las que te sientas agradecido.

Céntrate en tu propio bienestar. No hay nada mejor para combatir la tristeza y estimular el buen humor que centrarte en tu bienestar y mimarte a ti mismo. Dedicar un tiempo de la jornada a darte un pequeño capricho, disfrutar de un rato a solas haciendo lo que más te gusta o cuidar de tu cuerpo puede ser un buen antídoto para evitar el pesimismo y las emociones negativas. Además de mejorar tu estado de ánimo y tu sensación de bienestar, esto contribuye a reforzar tu autoconfianza y autoestima, haciendo que te sientas mejor contigo mismo. Lo mejor es que no necesitas mucho para conseguir esa dosis extra de motivación y bienestar. Encender una vela mientras te recuestas a leer en el sofá, preparar tu cena favorita o disfrutar de un baño relajante a menudo es suficiente para hacerte sentir mejor. También puedes practicar ejercicios de respiración, alguna técnica de relajación o, incluso, y pensando a más largo plazo, recurrir a terapia, donde puedas mejorar tus habilidades y aprender nuevos recursos para motivarte y crecer como persona.

Practica ejercicio físico. ¿Sabías que el ejercicio físico es un excelente aliado para combatir la tristeza y la depresión? El ejercicio físico disminuye la reactividad de los agentes estresores del medio, a la vez que reduce tu sensación de malestar ante las situaciones que puedes considerar negativas. Además, incrementa la segregación de endorfinas, un neurotransmisor que estimula las zonas del cerebro donde se generan las emociones placenteras. Lo mejor es que no necesitas hacer una maratón o largas sesiones de deporte de alta intensidad, ya que salir a correr alrededor de media hora, dar un paseo con los amigos o cuidar del jardín también puede ayudarte a mejorar tu estado de ánimo. Así lo revelaron investigadores del Cooper Institute, en Dallas, al encontrar que la práctica de tan solo 35 minutos de ejercicios aeróbicos durante tres o cinco días a la semana puede aliviar los síntomas de la tristeza y la depresión.

Convierte a la música en tu mejor aliada. La música, sobre todo la música alegre, es una herramienta poderosa para regular tu estado de ánimo y ayudarte a combatir la tristeza y la desmotivación, ya que incide directamente sobre las estructuras más primitivas del cerebro. En la práctica, las ondas que emite la música son capaces de cruzar las fronteras de la mente racional para actuar sobre la amígdala, el centro de mando emocional en tu cerebro. Y, al igual que el ejercicio físico, estimula la producción de endorfinas, lo que te hará sentir más relajado y feliz. Por tanto, una excelente manera de combatir la tristeza en el Blue Monday consiste en preparar una lista de reproducción con algunos de tus temas musicales preferidos para escuchar a lo largo de la jornada. También puedes poner una de estas canciones como alarma para que el despertar sea mucho más agradable.

Apuesta por una alimentación sana. Lo que comes no solo repercute en tu salud física, sino también en tu bienestar psicológico. De hecho, ¿sabías que existen alimentos que pueden acentuar la tristeza o la depresión? El consumo de comida rápida, rica en azúcares refinados, edulcorantes artificiales, carbohidratos simples y grasas hidrogenadas puede afectar tu concentración, tu memoria y empeorar tu estado de ánimo. En cambio, una dieta sana y equilibrada basada en frutas, verduras y granos integrales puede contribuir a mejorar tus emociones y hacerte sentir mejor. Por tanto, si quieres empezar tu día con el pie derecho, comienza la jornada con un desayuno saludable y completo que te aporte la energía que necesitas. Incluye un plátano o un huevo ya que son ricos en triptófano, un aminoácido que estimula la segregación de serotonina que, a su vez, genera una sensación placentera de relajación y bienestar. Asimismo, asegúrate a lo largo del día de consumir alimentos ricos en magnesio y omega-3, ya que mejoran tu energía y tu estado de ánimo.

Disfruta de tu afición preferida. Otra buena manera de combatir la tristeza y estimular el buen humor consiste en dedicar un momento del día a disfrutar de tu afición preferida. Esto, además de ayudar a relajarte y liberar las tensiones, estimula las endorfinas, haciendo que te sientas mejor contigo mismo y más feliz. Además, es una forma de distraer tu atención de los sucesos negativos de la jornada y enfocarla en una actividad que realmente disfrutas y te gusta. Desde ver tu serie preferida, dar un paseo con tu mascota, leer un buen libro o salir a cenar con tu pareja hasta bailar en casa, hacer una ruta en bicicleta o jugar al pádel. Hay muchas maneras a través de las cuales puedes distraerte y pasar un rato diferente.

Duerme al menos 8 horas. El sueño es fundamental para nuestro bienestar físico y psicológico. Cuando dormimos nuestro cuerpo se recupera del cansancio diario y recarga las fuerzas para la jornada siguiente. Sin embargo, uno de los mayores beneficios del sueño está relacionado con lo que ocurre en nuestro cerebro mientras dormimos. En práctica, al dormir el cerebro expulsa las sustancias de desecho del metabolismo diurno, a la vez que procesa las experiencias del día, restándoles su impacto emocional. Cuando no dormimos lo suficiente, no solo despertamos más cansados y de peor humor, sino que las experiencias negativas se quedan activas, haciendo que veamos el mundo aún más gris a la mañana siguiente. Por tanto, una buena manera de combatir las emociones negativas en el día más triste del año consiste en descansar bien la noche anterior, durmiendo al menos 8 horas seguidas.

Disfruta del momento presente. Evitar pensar en el pasado o adivinar el futuro, es, sin duda, una de las mejores maneras de combatir la tristeza y la falta de motivación. De esta manera, no solo te centras más en las experiencias que vives y aprendes a disfrutar de los pequeños detalles de la vida, sino que tomas distancia psicológica con las situaciones del pasado que te afectan o las experiencias del futuro que te roban la motivación y el entusiasmo. Una buena manera de disfrutar el presente consiste en centrar tu atención en las actividades que haces, evitando distraerte con lo que sucede a tu alrededor. También puedes practicar mindfulness, ejercicios de respiración o técnicas de relajación que te ayuden a estar plenamente presente. A fin de cuentas, la idea es que enfoques tu atención plena en lo que haces para no dejar pasar ningún detalle.

Si a pesar de todos estos consejos no puedes evitar sentirte triste, acepta la tristeza y aprovecha para mirar en tu interior. La tristeza por sí sola no es una emoción negativa, de hecho, puede promover la reflexión personal y ayudarnos a actualizar nuestros esquemas mentales y a hacer las paces con el dolor, la pérdida y el fracaso. Y para acabar, como dijo el médico y psicólogo Carl Jung: “Una vida feliz no puede estar sin una medida de oscuridad, y la palabra feliz perdería su significado si no estuviera equilibrada por la tristeza. Es mucho mejor tomar las cosas como vienen con paciencia y ecuanimidad”.

 

 

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