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Cómo ahorrar con la compra de productos reacondicionados

Ahorro y Finanzas · 27 febrero 2023

En una sociedad donde la obsolescencia programada y las nuevas versiones de productos, sobre todo tecnológicos, están a la orden del día es fácil que exista un nicho de artículos reacondicionados, usados o seminuevos, a la espera de una segunda oportunidad. Una opción de consumo sostenible ya que para el 2030, la cantidad de basura electrónica que produciremos en todo el mundo superará los 74 millones de toneladas, según estimaciones hechas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Los productos reacondicionados son artículos que se han revisado y preparado para lanzarse de nuevo al mercado. En las ventas de reacondicionados podemos encontrar desde productos nuevos (últimas unidades o devoluciones de clientes que pueden haber abierto la caja o probado algo el producto), pasando por productos que proceden de exposición (con mayor o menor uso) hasta otros de segunda mano o reparados y restaurados (dispositivos que normalmente han pasado por una empresa que los revisa y repara para dejarlos en buen estado). Aunque hay compañías que jamás venden productos de este tipo, la gran mayoría tienen su propio catálogo de reacondicionados a través de la venta online.
 
En el mercado de los reacondicionados se pueden encontrar auténticas gangas en artículos de alta gama o en dispositivos tecnológicos
 
Una de las principales ventajas los reacondicionados es el ahorro, el mercado de reacondicionados permite adquirir artículos a muy buen precio, con rebajas que pueden llegar hasta el 70%. Se pueden encontrar auténticas gangas en artículos de alta gama o en dispositivos tecnológicos que de otra manera no podríamos comprar, permitiéndonos disponer de la última tecnología a buen precio. Un móvil reacondicionado puede salir entre un 20% y un 30% más económico que uno nuevo y en las mismas condiciones. Algo que no ha pasado desapercibido al consumidor, mientras las ventas de dispositivos nuevos han caído un 9,2%, las adquisiciones de reparados han crecido más de un 10%. El 79% de las personas que compran un móvil reacondicionado lo hacen por ahorro y el 31% para proteger el medio ambiente o por sostenibilidad, según datos del Barómetro sobre Tecnología Reacondicionada en España.

La incertidumbre puede condicionarnos a la hora de adquirir reacondicionados, ya que son artículos que han sido manipulados de una forma u otra por lo que no están nuevos al 100% y desconocemos el trato o problemas que pueden haber tenido anteriormente. Hay que recordar que, aunque el aspecto estético del producto ofrezca taras, arañazos o pequeñas abolladuras, un reacondicionado siempre ha de pasar un control de calidad para comprobar que funciona como si fuese nuevo.

No todos los productos reacondicionados están en las mismas condiciones ni ofrecen las mismas garantías. Por sus especiales características hay que observar una serie de consideraciones antes de adquirir productos reacondicionados

Estos son algunos consejos a tener en cuenta:
Fijarse bien en la descripción. Leer detenidamente la información sobre el producto es el primer paso para hacerse una idea de su estado. Fijarse si en la descripción se incluye la procedencia o el motivo del reacondicionamiento, un posible defecto estético, el año de fabricación, el modelo exacto o si contiene todos los accesorios, entre otros datos.

Examinar bien el producto. Lo primero es valorar y examinar su estado real cuando lo recibimos teniendo en cuenta que es un artículo de segunda mano. Una medida de precaución, especialmente para productos de mayor valor, es grabar la apertura del paquete hasta identificar que el artículo recibido es realmente el comprado.

Comparar el precio. El valor del producto debe corresponder con su estado real. Aunque ofrezca las mismas prestaciones que un aparato nuevo, no deja de ser un reacondicionado, por lo que debe mostrar claramente el descuento. Es conveniente consultar el coste de la versión nueva en diferentes tiendas y comparar precios.

Periodo de garantía. Por norma general, no podemos esperar en un producto reacondicionado una garantía de la misma amplitud que otro totalmente nuevo. Esta premisa, por supuesto, cambia de una empresa a otra, e incluso entre fabricantes. El punto de partida, como productos equiparables a productos de segunda mano, es que la garantía sea de 12 meses, pero es habitual encontrar tiendas que amplían hasta 24 meses o incluso hasta los 36 meses, ya sea porque se trata de artículos que consideran «nuevos» o por una ampliación como garantía comercial.

Facilidades de devolución. El principal problema de los reacondicionados es que su indefinición o una deficiente descripción del estado del producto puede suponer una importante decepción al recibirlo. Hay que tener en cuenta que si compramos online podemos ejercer el derecho de desistimiento con un plazo ampliado y sin costes adicionales, si el producto no se ajusta a las expectativas.

Verifica si la web es un marketplace. Se trata de empresas que actúan como intermediarios entre el consumidor y el vendedor:  la mayoría de los casos la garantía y la posible devolución del producto se tiene que gestionar directamente con el vendedor (que puede que no esté localizado en España, ni en Europa…) y eso puede suponer un problema.

 

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios OCU advierten que no hay que dar nada por supuesto a la hora de comprar un reacondicionado. “Cuando nos ofrezcan un producto etiquetado como reacondicionado o con cualquiera de sus variantes (renewed, outlet, refurbished, km 0, etc.) lo mejor es asumir que es un producto de segunda mano y a partir de ahí, valorar si nos interesa o no”, explican. Y recomiendan plantearse entre otras cuestiones:

Desgaste. Algunos productos pueden tener componentes que con el uso se desgastan o agotan su vida útil. Por ejemplo, en productos como móviles o portátiles, las baterías pueden estar ya dañadas si han tenido varios meses de uso. Hay que comprobar si el producto ha renovado alguno de estos componentes.

Vicios ocultos. Hay productos que si presentan algún problema se puede comprobar de un simple vistazo, mientras que otros requieren mayor atención.

Higiene. Algo muy importante en algunos productos, como, por ejemplo, utensilios para el cuidado del cabello, si la caja está abierta el producto puede haber siso usado.

Antigüedad del modelo. Si se trata de un modelo que tiene ya un tiempo, quizás pueda dar problemas de actualizaciones.

Componentes. Es habitual que a estos productos les falte algún componente (los auriculares en un teléfono, instrucciones, las cápsulas de café gratis en la compra de una Nespresso…) o no nos podamos beneficiar de alguna promoción que sí tiene el mismo producto nuevo.

 

 

 

 

 

 

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