Tras las vacaciones muchas personas sufren el llamado “síndrome postvacacional”, un estado de ánimo caracterizado por una sensación de tristeza e irritabilidad. El malestar ante la vuelta al trabajo puede evitarse si aplicamos una estrategia adecuada de adaptación al cambio.
Septiembre es el mes en el que la mayoría de los españoles se reincorporan a sus puestos de trabajo. Las vacaciones se han diluido como el hielo en un refresco de verano y el síndrome postvacacional acecha, un estado psicológico relacionado simplemente con el cambio. “El regreso a la realidad” moviliza los mecanismos psicológicos de adaptación y de defensa y puede manifestarse con síntomas físicos como cansancio, dolores musculares, falta de apetito, somnolencia, taquicardia, sensación de falta de aire, molestias de estómago e insomnio».
El síndrome postvacacional es una especie de jet lag laboral y se caracteriza por una intensa apatía, tristeza e irritabilidad provocada por los cambios de horario y de hábitos. Volver a la rutina puede hacerse muy cuesta arriba por todo lo que ello conlleva: obligaciones, prisas, atascos, presiones laborales, cansancio, estrés, etc. Si, además, tenemos en cuenta que más de un tercio de nuestra vida tiene lugar en el entorno laboral y un 70% de los empleados no se sienten cómodos en sus puestos de trabajo, es lógico que muchas personas sientan malestar ante el regreso.
La buena noticia es que el síndrome postvacacional es un proceso adaptativo que no dura mucho, los expertos afirman que no suele superar los 15 días. Si se sigue padeciendo más allá de dos semanas tras volver al trabajo y se prolonga en el tiempo, lo mejor es acudir a un profesional, ya que podemos estar ante un problema de otra índole que precise de terapia para superarlo.
Consejos para una buena vuelta al trabajo
La Sociedad Española de Medicina y Familia Comunitaria (semFYC), en su informe El síndrome postvacacional. Recomendaciones de los médicos de familia para facilitar la adaptación en los primeros días de trabajo, nos proporción algunos tips para que la vuelta a las responsabilidades laborales sea menos traumática:
Y, por último, los médicos de familia opinan que “uno de los aspectos más importantes para afrontar el malestar que produce volver a enfrentarse a las obligaciones cotidianas es adoptar una actitud positiva y constructiva, evitando recrearse excesivamente en la incomodidad de la incorporación al trabajo porque lo único que se conseguiremos es generar una preocupación desmedida”, concluyen.
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